Javier Milei les respondió a los gobernadores que reclaman fondos para pagar el aguinaldo y la gestión saliente prepara una compensación
CÓRDOBA.- “Qué culpa tengo yo del desmadre de la administración anterior. Que corten gastos y paguen”. Con esta sentencia, Javier Milei, el presidente electo, les envió hoy un mensaje a los gobernadores que advirtieron que carecen de recursos para hacer frente al pago del medio aguinaldo y a las deudas de sus distritos. Los mandatarios que encendieron las alarmas son tanto oficialistas como opositores, quienes presionan en tándem para que la gestión de Alberto Fernández compense los fondos que no se repartieron tras las medidas electoralistas para impulsar la candidatura presidencial del ministro de Economía, Sergio Massa.
La gestión saliente, por vía de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), compensaría los recursos que reclaman las provincias para poder cumplir con el pago de los salarios. Implicaría más emisión de dinero. El acuerdo comenzó a delinearse en la reunión de ayer entre gobernadores peronistas, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo. Se terminaría de cerrar hoy con un encuentro en el que participarían mandatarios de diferentes fuerzas, en funciones y electos. No se trata de una “solución” permanente es solo un parche para descomprimir, según precisaron fuentes que participan de la negociación.
Además de los ATN, Economía usaría $110.000 millones de los $918.000 millones recaudados en la licitación de ayer para “cancelar” una deuda de 2018.
Según datos, hasta fines de octubre se recaudaron $150.000 millones de ATN y se ejecutaron unos $50.000 millones. El remanente sería lo que se distribuiría entre las provincias. De esa manera, no habría medidas más de fondo, como un cambio en el esquema de coparticipación federal. La sugerencia de los gobernadores del norte era coparticipar el 25% del impuesto al cheque y el 35% del PAIS. “No queda la caja vacía, algo de ATN todavía quedará”, deslizaron desde el Ministerio de Economía, donde Massa está aún en funciones aunque con un perfil mucho más bajo tras el golpe que significó la derrota en las urnas.
