Arévalo tilda de «golpe a la democracia» de Guatemala la nueva arremetida de la fiscalía
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, rechazó la decisión del Ministerio Público (Fiscalía) de pedir la invalidez de su victoria electoral, lo que calificó de un «golpe al corazón de la democracia» guatemalteca cuando solo falta poco más de un mes para su investidura.
«Estamos ante un golpe de Estado absurdo, ridículo, y perverso. Los golpistas están dando patadas de ahogado», afirmó Arévalo en una conferencia de prensa realizada en las últimas horas de ayer.
Pero de inmediato, la presidenta del TSE, Blanca Alfaro, defendió la elección de Arévalo, un socialdemócrata de 65 años que ganó en segunda ronda presidencial en agosto pasado, tras los comicios generales de junio.
«Los resultados están validados, están oficializados y son inalterables (…)», los funcionarios electos «deben tomar posesión» en enero, «de lo contrario hay rompimiento del orden constitucional», afirmó.
Arévalo y sus seguidores acusan a la fiscal general Consuelo Porras de ser la artífice del «golpe de Estado» y pidieron su renuncia en manifestaciones en las calles. «Los golpistas intentan destruir el régimen democrático», insistió el mandatario electo.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), condenaron las acciones de la fiscalía.
«Estamos frente a un golpe de estado en Guatemala. La OEA debe actuar de inmediato. Todo el apoyo al pueblo guatemalteco. Una fiscalía que ha encubierto el narcotráfico y la corrupción actúa contra la democracia», escribió el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su cuenta de la red X.
Por su parte, el gobierno de Guatemala rechazó «enérgicamente los precipitados pronunciamientos de algunos actores de la comunidad internacional» al señalar acciones que podrían «suponer una alteración del orden constitucional».
