Se recibió la primera médica del pueblo wichí: «Quiero ayudar a mi comunidad»
Una joven formoseña se convirtió en la primera médica argentina del pueblo wichí luego de terminar en la provincia de Corrientes su carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), y al concretar su logro destacó la importancia de la educación pública «con acceso para todos» y dijo que su sueño es regresar a su pueblo «para ayudar a mi comunidad».
Junto a su padres, compañeros y docentes universitarios, Sandra Toribio celebró la culminación de su carrera de Medicina, con una sonrisa plena, la bandera Whipala en alto y un objetivo claro: volver a Ingeniero Juárez, el pueblo ubicado al oeste de la provincia de Formosa donde nació ella y también sus padres para ejercer la profesión, «lo que me han enseñado, el arte de curar, en mi comunidad».
La joven puso en valor el rol de la Universidad Pública y la importancia del Programa de Pueblos Indígenas (PPI) que se desarrolla en la UNNE: «Me ayudó tanto a mí y a muchos estudiantes de distintas comunidades indígenas», contó y agregó detalles del camino recorrido, los desafíos, los logros y sus proyectos a futuro.
«El Programa Pueblos Indígenas acompaña a los estudiantes de forma pedagógica, con psicopedagogas, con un tutor, que siempre es otro indígena que está más avanzado en sus estudios y con becas, que ayudan bastante»
Sandra, de 28 años, es la decimoprimera estudiante indígena egresada de la UNNE y la primera médica. Asegura que su gran objetivo cumplido tiene que ver con múltiples factores: el esfuerzo de sus padres que la enviaron a estudiar, su ejemplo «porque siempre fueron muy trabajadores y emprendedores», el acompañamiento del PPI y «mi gran esfuerzo».
Superados los desafíos, Sandra Toribio proyecta, dice que sus planes son hacer las residencias. «Me encantaría volver y ayudar a las comunidades, entender la visión de salud, observar las problemáticas e investigar», agregó.
«Quiero volver a mi tierra, volver a donde crecí y crecieron mis padres, volver a ser yo, porque estar lejos es desarraigarse», afirmó Sandra y añadió que partir de Ingeniero Juárez también significó para ella «no hablar mucho mi idioma y no vivir como indígena».
«Y a mí me encanta hablar en mi idioma, estar en mi pueblo, comer lo que se come allá, disfrutar de la naturaleza, regresar significa para mí, mucho más que trabajar de médica», aseguró.
La profesora Adriana Luján, coordinadora del Programa Pueblos Indígenas, destacó el logro de la joven y mencionó: «No teníamos graduados en la carrera de Medicina, por lo que ella representa el fruto de las luchas que las comunidades indígenas sostuvieron por mucho tiempo».
