1 de noviembre de 2025

El enojo del presidente Javier Milei por la crisis militar y la búsqueda de una solución rápida

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La designación del nuevo jefe del Ejército, el general de brigada Carlos Alberto Presti, ha generado una inesperada purga de más de 20 generales en actividad. La firma del decreto que designaba al nuevo jefe del Ejército no fue debidamente explicada al presidente, Alberto Fernández, quien se enfadó al darse cuenta de que implicaba la destitución de más de 20 generales. Ante este conflicto, el ministro de Defensa, Luis Petri, está trabajando para corregir los efectos de la inesperada destitución de generales, considerando la posibilidad de asignarles funciones en el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas u otros organismos relacionados con la actividad militar.

Aunque el nombramiento de Presti no está en duda y se reconoce su capacidad para liderar la fuerza, el impacto de la purga ha llevado al gobierno a buscar maneras de retener la experiencia de los generales que están siendo apartados de sus funciones. Esta situación ha llevado a considerar la incorporación de militares en actividad en funciones públicas, algo que nunca ha ocurrido en los 40 años de democracia en Argentina. Entre los generales afectados se encuentran aquellos cuyos pliegos de ascenso a generales de división habían sido enviados al Senado en noviembre.

La decisión de destituir a estos generales proviene de la Jefatura de Gabinete, liderada por Nicolás Posse, y la falta de explicación adecuada al presidente ha generado tensiones en el gobierno. La búsqueda de soluciones por parte del ministro de Defensa refleja la necesidad de superar este conflicto y retener la experiencia militar en funciones relacionadas con la defensa.

 

El fantasma de Néstor Kirchner

El cambio en la cúpula del Ejército argentino, con la designación del general de brigada Carlos Alberto Presti como nuevo jefe, ha generado una inesperada purga que afecta a más de 20 generales en actividad. El presidente Alberto Fernández se enojó al enterarse de que la firma del decreto significaba la destitución de tantos generales. El ministro de Defensa, Luis Petri, trabaja en corregir los efectos de esta destitución, considerando la posibilidad de asignar funciones a algunos de los generales retirados en el Ministerio de Defensa o en otras áreas relacionadas con la actividad militar. La situación refleja la falta de explicación adecuada al presidente y la necesidad de encontrar soluciones para retener la experiencia militar en funciones públicas relacionadas con la defensa.

 

Costumbre y tradición

El retiro de 22 generales en el Ejército argentino debido a la designación de un jefe más moderno responde a una costumbre histórica que evita que un oficial más antiguo tenga que recibir órdenes de un subordinado que previamente estuvo bajo su mando. Este principio, basado en tradiciones de los ejércitos alemanes y heredado en América Latina, no se aplica en todas las Fuerzas Armadas, como las de Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Algunos casos emblemáticos en la historia argentina han mostrado que la antigüedad no siempre fue determinante en la designación de autoridades militares.

 

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