2 de noviembre de 2025

Boca en una ráfaga de cinco minutos derrotó a Tigre

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El Xeneize venció por 2-0 a Tigre y consiguió el primer triunfo oficial de la Era Diego Martínez.

Con Merentiel como destacado en un juego, los xeneizes tomaron la diferencia en el primer tiempo.

Los cuatro cambios que dispuso el director técnico para visitar a Tigre fueron un llamado de atención para aquellos que no rinden ni muestran actitud y confianza para superar las adversidades, como ante Platense y Sarmiento.

El debut de Lautaro Blanco y el estreno como titular de Mauricio Benítez, son dos acciones para ensayar con todos y elegir a los mejores intérpretes para delinear una formación base, consolidada. La aparición de Blondel en el lateral derecho movió al peruano Advíncula a la zona de volantes y en el ataque la reaparición desde el inicio de Benedetto.

Adueñarse de la pelota fue una decisión de Boca, pero también una invitación que propuso Tigre: el Matador se retrasó para incomodar la salida, cubrió espacios y para lastimar jugó al error. Boca se enredaba en la toma de decisiones para atacar. Pero tiene un delantero enfocado, hambriento, dispuesto a sacrificarse por el conjunto… Merentiel guapeó dos veces desde la mitad de la cancha y llegó con la pelota dominada al área para definir cruzado ante la salida de Tagliamonte.

El uruguayo era quien ofreció la cuota de gol para que el equipo no entrara en la desesperación. No esquiva a las diferentes partituras que imponen los entrenadores Merentiel, que acepta ser segunda punta, wing. Jugar para el compañero de ofensiva es otra virtud y lo demostró en el gol de Benedetto: pase filtrado de la Bestia y definición con clase del Pipa, que apenas elevó la pelota para volver a llenarse la boca de gol.

Tigre atropelló por el centro, con Alemán como eje, porque las veces que optó por las bandas no tuvo desequilibrio. Sin embargo, ‘Chiquito’ Romero recién tuvo jugadas de cierto riesgo en el segundo tiempo.

Con tres modificaciones –Maroni, Londoño y Esquivel–, Gorosito apuntó a un cambio de actitud y a recuperar la imagen. Pero Tigre mezcló una acción que entusiasmaba con dos errores no forzados que impedían crecer. Boca, agazapado, en cada avance provocaba zozobra, aunque no finalizaba las jugadas; en defensa, peligrosamente, empezó a mostrar inseguridades y desajustes, como si sintiera el cansancio. El triunfo era una necesidad para Boca y cumplió con el objetivo; la nueva meta será crecer como equipo para enseñar credenciales de candidato.

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