1 de noviembre de 2025

Manuel García-Mansilla renunció como juez de la Corte Suprema

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Este lunes, Manuel García-Mansilla presentó su renuncia como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación mediante una carta dirigida al presidente Javier Milei. La decisión llegó después de que el Senado rechazara su designación y aumentaran las presiones para que abandonara el cargo.

García-Mansilla había asumido el 27 de febrero pasado por decreto y permaneció 39 días en el puesto. Aunque el Gobierno intentó mantenerlo hasta el cierre del año legislativo, finalmente presentó su dimisión.

El Senado lo rechazó y un juez limitó sus funciones

El pliego de García-Mansilla fue votado en el Senado, donde obtuvo 51 votos en contra y 20 a favor. Tras el resultado, el juez federal Alejo Ramos Padilla emitió un fallo que le prohibió, por tres meses, intervenir en causas ya en trámite o tomar decisiones administrativas.

Ramos Padilla argumentó que, al ser rechazado por el Senado, la legitimidad de García-Mansilla quedaba en duda. Cualquier acto suyo podría considerarse «ilegítimo, nulo o incluso inexistente», afectando la seguridad jurídica.

El Gobierno, como parte demandada, apeló la decisión y pidió que la Corte Suprema revise directamente el fallo. Sin embargo, García-Mansilla no recurrió a la apelación.

Presiones para evitar un conflicto institucional

Desde el viernes, distintos sectores exigieron su renuncia para evitar una crisis institucional. El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, liderado por Ricardo Gil Lavedra, sostuvo que el rechazo del Senado «cerró el debate» y debía ser acatado.

Además, un grupo de profesores, docentes y juristas de todo el país reclamó su «cese inmediato», señalando que su continuidad violaba la Constitución Nacional (artículo 99, inciso 4).

La Corte Suprema queda con tres miembros

Con la salida de García-Mansilla, la Corte seguirá integrada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Si no logran mayoría en sus fallos, deberán convocar a conjueces.

Aunque el Gobierno intentó mantenerlo, fuentes oficialistas ya habían anticipado que «no creemos que siga». Finalmente, la presión institucional y legal llevó a su renuncia.

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