Sabag Montiel fue condenado a 4 años y 3 meses de prisión por tenencia y distribución de pornografía infantil

Este martes, la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI) logró una condena efectiva de 4 años y 3 meses de prisión para Fernando Sabag Montiel—el mismo individuo acusado del intento de asesinato contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner—por distribuir y poseer material de explotación sexual de menores de 13 años.
El fiscal general Juan Bautista Mahiques destacó: «En la Ciudad de Buenos Aires, no hay impunidad para los delitos que vulneran a niños, niñas y adolescentes. Esta sentencia demuestra la capacidad de nuestro sistema judicial para investigar casos complejos con herramientas modernas y equipos especializados». Agregó que el fallo fue posible gracias al trabajo exhaustivo de la fiscal Daniela Dupuy y su equipo, quienes reunieron pruebas contundentes en un caso de extrema gravedad.
Los detalles de la investigación
Según el Ministerio Público Fiscal, la UFEDyCI determinó que, al momento de su detención en septiembre de 2022, Sabag Montiel tenía en su poder una tarjeta de memoria con 17 imágenes y 102 videos de abuso sexual infantil. Además, se comprobó que envió material explícito a través de Instagram en tres ocasiones.
La jueza Julia Correa, del Juzgado PCyF 28, dictó la sentencia, que también incluyó una condena previa de 1 año en suspenso por tenencia ilegal de documentos ajenos.
Vínculo con el atentado contra Cristina Kirchner
Sabag Montiel está actualmente procesado por el intento de asesinato contra la ex mandataria, ocurrido en septiembre de 2022 frente a su domicilio en Recoleta. El Tribunal Oral Federal 6 extendió su prisión preventiva hasta el 1° de septiembre de 2025, rechazando un pedido de liberación presentado por su defensa.
En tanto, su expareja Brenda Uliarte—también detenida—envió una carta desde prisión vinculándolo con el grupo Revolución Federal y sugiriendo contactos con Gerardo Milman, exdiputado cercano a la ministra Patricia Bullrich.
Este caso refuerza la gravedad de los delitos imputados a Sabag Montiel, tanto en el ámbito de la explotación infantil como en el atentado político.