Día clave en el caso del triple femicidio: declara Matías Ozorio y se abren los celulares

En las últimas horas se registraron avances clave en la investigación del brutal crimen en Florencio Varela. Anoche, Matías Ozorio, mano derecha de Pequeño J, arribó a Argentina tras ser detenido por la Policía Nacional de Perú en Lima. Cabe destacar que el presunto líder de la banda narcocriminal es peruano, por lo que su extradición se rige por tiempos legislativos distintos.
Hoy se espera un día decisivo, ya que Ozorio presentará su testimonio ante el fiscal a cargo, Adrián Arribas. Según Noticias Argentinas, al momento de redactarse esta nota, el detenido se encontraba realizando su declaración indagatoria.
Quién es Matías Ozorio y su rol en la banda
Desde que surgió el nombre de Pequeño J en la investigación, Ozorio fue identificado como su “número dos” y persona de confianza. Ambos son considerados los principales responsables de planear y ordenar los femicidios de Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, ocurridos en la vivienda de Florencio Varela.
En el Polo Judicial de San Justo se desplegó un amplio operativo de seguridad para recibir a Ozorio durante su declaración indagatoria. El detenido deberá responder por la acusación que lo vincula con la autoría intelectual de los crímenes.
Ozorio llegó al país en un vuelo de la Fuerza Aérea Argentina, acompañado por siete efectivos de la Policía Federal y cinco de la Policía Bonaerense. Pasó la noche en la Jefatura Departamental de La Matanza y se espera que se presente hoy ante la fiscalía en San Justo.
Apertura de los teléfonos secuestrados
Durante la jornada, también se realizará la apertura de todos los teléfonos secuestrados en el marco de la investigación. Las autoridades confirmaron que los dispositivos pueden ser desbloqueados sin inconvenientes.
El análisis de estos teléfonos será clave para trazar la red de operaciones de la banda narco y reconstruir la planificación detrás de los femicidios. Hasta el momento, se confirmó que los crímenes fueron transmitidos en vivo a través de redes sociales a un grupo de 45 personas. Cuatro de ellas corroboraron lo observado, confirmando la hipótesis de que la banda buscaba intimidar y aleccionar con las torturas y asesinatos de las jóvenes.