Día de las Mujeres Migrantes: entre las brechas y el liderazgo
 
                El 10 de enero conmemora el Día de las Mujeres Migrantes en recuerdo de la violencia xenófoba sufrida por Marcelina Meneses y su hijo Joshua en 2001. Esta fecha destaca las dificultades y barreras que enfrentan las mujeres migrantes para acceder a sus derechos, evidenciadas en la precariedad laboral, desigualdades en las tareas de cuidado y restricciones en la seguridad social.
Según un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM Argentina), la recuperación de empleos pospandemia llevó a niveles inéditos de precariedad para las mujeres migrantes, especialmente en el trabajo doméstico. Estas condiciones generan insuficiencia de ingresos y sostenida informalidad.
Las desigualdades que las mujeres vivencian, particularmente aquellas que transitan procesos migratorios, son evidentes. La violencia es urgente y las respuestas no deben esperar.
Las estadísticas muestran que un tercio de los homicidios dolosos contra mujeres en la Ciudad de Buenos Aires entre 2015 y 2021 tuvieron como víctimas a mujeres migrantes.
La producción de alimentos es otro aspecto central, donde el aporte de las personas migrantes, y muy particularmente el de las mujeres, cobra un sentido diferencial. Cadenas de producción, elaboración, transporte y comercialización se ven cotidianamente sostenidas por mujeres migrantes, particularmente de aquellas provenientes de países limítrofes a la Argentina.
A pesar de estas desigualdades y violencias, es fundamental reconocer y valorar el rol central de las mujeres migrantes en la sociedad. Contribuyen significativamente en áreas como la transmisión de conocimientos, la salud, la producción de alimentos y el emprendimiento, fortaleciendo las comunidades receptoras y sus propias redes vinculares.
La OIM Argentina busca continuar acompañando a las mujeres migrantes en su desarrollo personal y profesional, promoviendo la reivindicación y ejercicio de sus derechos como requisito para un proceso virtuoso de integración. Reducir brechas y poner fin a la violencia de género y la xenofobia son pasos esenciales para que las mujeres migrantes vivan plenamente y expresen todo su potencial.

 
                       
                       
                       
                       
                       
                       
                      